LUCHO

Desde hace mucho tiempo queríamos tener un Boxer. Durante la Feria del 2010 nos acercamos al stand del El Arca de Noé, allí nos informaron que había un Boxer esperando a ser adoptado. Sin perder tiempo fuimos a conocer al que hoy se ha convertido en la joya de la familia.
Nos encontramos con un perrazo de tres añitos, con algunas heridas de guerra causadas por peleas con compañeros de "celda", pero con unas tremendas ganas de recibir mimos y caricias. Desde el primer momento el personal del albergue nos facilitó el ir familiarizándonos con el animal; dábamos largos paseos por los alrededores y desde el principio quedamos encantados con su nobleza.

Desde el 27 de Septiembre Lucho forma oficialmete parte de nuestra vida. En estos meses le ha cambiado hasta la cara, al principio tenía un gesto un poco de pena, ahora tiene cara de bicho, ha engordado 3 kilos (ahora pesa 27 kilos), se le han quitado todas las cicatrices y no para de jugar. Es tremendamente cariñoso y ya le hemos enseñado algunos trucos como sentarse, tumbarse y dar las patitas.
Al principio tenía mucho miedo al quedarse solo, a los ruidos fuertes y a los palos como los de la fregona...etc (como si en su antiguo hogar hubiera recibido algún tipo de mal trato), poco a poco todos esos miedos se van apaciguando y, aunque le encanta estar acompañado, ya no se pone tan nervioso cuando nos vamos y le dejamos un ratito en casa.
Adoptarle fue el mayor acierto que tuvimos. El cariño que nos da es incalculable, es noble y muy fiel. Nos gusta pensar que hemos contribuido a darle una segunda oportunidad. Ahora tiene una dieta puramente mediterranea de lo más sana y variada, algunas mañanas le toca madrugar y desayunar fuerte para ir al campo (cosa que le encanta) y a media mañana hace el descanso oportuno para tomar su almuerzo, a la hora de comer a casa; donde le espera un plato de comida bien caliente. Ahora que anochece tan temprano las tardes son más reposadas, le gusta tumbarse al sol a dormir la siesta y luego nos lo llevamos a andar por los caminos.
Nos tiene locos a nosotros y a todos los vecinos de los alrededores; se hace amigos de todos y cuida de nosotros.
Con esto nos gustaría quitar el miedo a adoptar a perros con cierta edad, porque aunque ya no son cachorros son tremendamente agradecidos.

Adjuntamos fotos; la primera se corresponde a la primera noche que pasó con nosotros hasta las de su último baño, las ponemos en orden para que podáis ir viendo el cambio, aunque como veréis no para quieto ni para las fotos.

Un saludo a todos.

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